Más gente en la calle: Desidia libertaria y peronismo de oficina
En los últimos meses, la ciudad de Villa María ha sido testigo de un preocupante aumento en la cantidad de personas en situación de calle.
Esta realidad, que hasta hace poco parecía lejana o excepcional, hoy se vuelve cotidiana en distintos rincones del centro villamariense. Basta con recorrer la peatonal para notarlo: en la vidriera abandonada donde funcionaba «Casita de Susana», en la puerta de un negocio de ropa sobre calle Corrientes, en la iglesia de los Trinitarios, en la Catedral o en los cajeros automáticos, como el de la Terminal. La noche deja en evidencia un drama social que ya no se puede ocultar.
Esta escena de desamparo tiene múltiples causas, pero una de las principales es la fuerte devaluación impulsada por el Gobierno nacional, que ha provocado un aumento acelerado de la pobreza y la desigualdad. Las políticas económicas aplicadas, lejos de amortiguar el impacto sobre los sectores más vulnerables, han profundizado la exclusión.
Sin embargo, no todo recae sobre la administración libertaria: los otros estamentos del Estado no están exentos de responsabilidad. Desde la Provincia se observa una tibieza preocupante, que se traduce en inacción frente a una problemática urgente. A nivel local, si bien existen dispositivos de contención, no se ve un accionar concreto ni sostenido que atienda con decisión esta emergencia. Hace falta algo más que buenos gestos o campañas esporádicas: se necesita voluntad política real y presencia territorial.
La crítica también alcanza al peronismo en sus distintas expresiones, que parece haber dejado de lado su histórica vocación por acompañar a los sectores populares, para instalarse cómodamente en oficinas con aire acondicionado. Lejos quedó aquella mística de “poner los pies en el barro” para estar donde más se los necesita.
La situación de personas en situación de calle no es exclusiva de Villa María; en la vecina localidad de Villa Nueva también se han observado casos similares. En la Plaza Capitán de los Andes, centro neurálgico de la ciudad, se han visto personas durmiendo a la intemperie, lo que evidencia que la problemática trasciende los límites municipales. El intendente Ignacio Tagni, quien asumió su cargo en diciembre de 2023, heredó un municipio con diversas dificultades y falencias, según expresó en su discurso de asunción . Sin embargo, ante este escenario, se espera una respuesta concreta y urgente por parte de su gestión para atender a quienes más lo necesitan. La presencia de personas sin techo en espacios públicos emblemáticos como la plaza central no solo refleja una crisis económica, sino también la necesidad de políticas sociales activas y efectivas.
La ciudad duele cuando se la recorre de noche. No se trata solo de personas durmiendo a la intemperie: se trata de un modelo económico que expulsa, de gobiernos que no responden y de una sociedad que no puede o no quiere mirar lo que ocurre a su alrededor.
Cabe destacar que desde la redacción no quisimos fotografiar a personas en situación de calle para no estigmatizar.