El triunfo local se invisibiliza ante la fragmentación y las falsas disputas
Este escrito busca interpretar el sentido común de lo político villamariense para realizar un aporte analítico desde la doble naturalización de las fragmentaciones políticas y las falsas disputas.
Primero trata de mapear las correlaciones de fuerzas de la política locales en formas de identificar sus actores fragmentados en relación con las falsas disputas atravesando las estructuras de oficialistas y de oposiciones, y sus oposiciones internas de cada una.
La segunda intención es sociabilizar categorías de análisis para grupos fórmales e informales del sistema local de cara a nuevas intervenciones en el nuevo circuito hegemónico del peronismo villamariense después del 1 de octubre. En este marco desde la sociología política propone lograr desencantar la realidad y desindustrializar las relaciones electorales para una imagen menos ingenua de la democracia y sus rutinas, de la republicas y las fuerzas políticas locales.
Mapeo de las facciones socio electorales
Las prácticas de poder no se explican por si solas, sino que responden a distinciones de distintos escenarios y reglas de estabilidad, heterodoxas o de subversión. En este caso las facciones socio electorales predominante están condicionado por la aceptación de las reglas de estabilidad y a su vez la falta de síntesis para superar falsas disputas. Por lo que se invisibilizan las redes de poder para las nuevas posibilidades hegemónicas después del 1 de octubre. Dichas acciones no actúan en un vacío ni forma inocente sino en un contexto de producción, distribución y consumo de los sentidos, conformando los escenarios sociopolíticos tanto para la estructura del oficialismo como así también de las oposiciones. Cada una de esta tiene su relato histórico, sus inscripciones identitarias, sus sistemas de alianzas, la praxis organizativa, su la pedagogía del poder y en estrategias de sobrevivencias y superación.
Cabe aclarar, que las facciones socio electorales están condicionadas a priori por el peronismo dominante (Gill/Bedano-Accastello). Estos actores dominantes, son quienes determinan la agenda de la coyuntura (los niveles de ascensos y descenso), los órdenes burocráticos, el orden de sucesión, la real organización de los territorios, la fortaleza ideológica y a su vez limitando las estructuras de oposiciones externas e internas. Por lo que existe una disputa de sentido constante por los espacios de articulación de intereses parciales y temporales entre las facciones de poder socio electoral de las estructuras no oficialista para las divisiones tácticas y estratégicas de las estructuras oficialistas.
Estas se conforman dentro del campo preelectoral, y toman formas a medida que avanza el campo electoral. En este desarrollo, las estructuras no oficialistas se describen en tres facciones mientras una sola facción en la estructura oficialista. La mayoría de los actores asumen discursos sociales moderados y grados de pragmatismos localistas, reflejando la complejidad del mapa de actores. No se hace hincapié en las de presentación de alianzas o partidos políticos, ya que estos son parte del conjunto de operaciones en el marco de los compromisos que deben cerrar de cara a la presentación de candidatos a cargos electivos.
• Poder oficialista: Quienes integran esta facción, son los apoderados de la estrategia municipalista, por supuesto, el propio Gill en conjunto con Bedano/Carignano y sus alianzas universitarias (Rosso-Negretti), sumado a Pizzorno (reforzando los sectores medios). Aquí también aparece Accastello como máximo e Ingleses como mínima, el ex intendente es el actor más competitivo de la estrategia provincialista, por lo que comparte evidencias simbólicas y materiales para la determinación de un orden de sucesión. Por otro lado, aparece la reciente incorporación de Zazzetti en el marco de la campaña provincial, para reforzar el voto de los sectores medios y desarticular la oposición real. En específicos Gill y Accastello, quieren seguir creciendo y se necesitan, ambos operan de forman directa e indirecta promoviendo candidatos propios competitivos o no en las elecciones locales pero juegan al límite favor de la estructura de oposiciones externa, que enseguida se reagrupan frente a un imaginario presente o futuro hecho inmediato, de división del peronismo dominante expresado en la faceta electoral.
• Oposición virtual: Los miembros son Bovo, Sosa y De Falco, quienes presentan debates internos en el ámbito público e intensifica la búsqueda de espacios dentro del peronismo local. Los tres tienen vínculos a nivel provincial, por lo que juegan de un modo u otro, en la estrategia provincialista de forma periférica ya que no son competitivos como actores electorales pero si influyentes en el escenario local, sobre todo Bovo. Estos actores pueden tener una triple función, ser concejales del poder oficialista o ampliar una fuerza local encabezada por Juntos por el Cambio bajo la esencia de un frente amplio para ganar, otra posibilidad, es la de reforzar la dispersión del voto de Juntos por el Cambio en la ciudad, garantizando la victoria del peronismo.
• Oposición real: Esta facción está dividida por las inscripciones partidarias de la UCR, aquí se encuentran quienes responden orgánicamente al partido centenario. Entre ellos Zannotti – Botta y quienes no lo hacen. Ya que, responden a otras fuerzas políticas aliadas a Juntos por el Cambio, como es el caso del Juecismo (Machicado, Lorenzentti) y el PRO (Capitani). Este último, presenta las condiciones mediáticas y políticas para ser el candidato opositor, y además conoce la circulación de conocimiento del sentido común de lo político por lo que puede destacar una diferencia sobre el resto. También cuenta con el apoyo de JxC nacional y sobre todo del por el larretismo orgánico.
• Oposición marginal: Son jugadores moderados y confrontativos de pequeña escala e impactos específicos. Están influenciados por varios motivos personales, culturales y económicos-políticos. Se caracterizan por una variedad de circunstancias de la ciudad. Entre ellos, aparecen Giliberti, Mojica, Centani, López, vecinalistas, progresistas y libertarios. Estos actores, solo logran dispersar el voto critico a la gestión, el voto no peronista o radical de la estructura de oposición real. Sus votantes son en gran medida, sectores medios adultos y jóvenes conservadores.
Cada facción representa una compleja variedad de intereses, motivos y expectativas pero a su vez son consciente de la fragmentación política electoral. Por lo que presenta un campo con múltiples opciones, generando el mecanismo de quien logre reunir la mayor heterogeneidad social y ser el equilibrista político de las contradicciones del sistema de oposición de la estructura no oficialista y el sistema de oposición de las estructuras oficialistas podrá formalizar un circuito de acciones políticas concreta en el escenario de presentación de lista. Es decir, el actor que pueda agrupar significantes y códigos que estén circulando en el sentido común de lo político en el momento de la definición neutralizando las falsas disputas que operan en el contexto. Por lo que se necesita de las capacidades físicas, psicológicas, socio territoriales y sociopolíticas de sus cuadros que le permitan visibilizar el escenario y los niveles de disputas.
En este caso el peronismo es quien posee aparatos, mecanismos y procedimientos para formalizar el circuito de poder previsible al triunfo. Tienen las mayores probabilidades de jugar de manera inteligente en gran medida Bovo, Accastello, Bedano y en menor medida Carigniano. Dichos actores si logran moldear la acción política de aglutinar diversos actores, ser equilibristas y proponer consensos de multiniveles (locales-provinciales-y-nacionales). Además establecer una ingeniería electoral donde jueguen escenarios híbridos entre las dos elecciones locales que representaron los periodos de 2007 (Accasttello-Costa-Sánchez) y el sistema más polarizado del 2015 (Gill-Zazzetti). Son quienes determinan la hoja de ruta en estas elecciones locales.
Queda claro de las interrelaciones entre las mismas facciones de poder socio electoral, en formas de acuerdos, conflictos coordinados, conflictos no coordinados. Gran parte con coincidencias moderadas y pragmática, pero limitadas por las falsas disputas que garantizan la fragmentación y la precarización de cualquier tipo de liderazgo. Por ende, evitar las previsibilidades del sentido común de lo político para lograr conducir en zona de crisis al poder hegemónico villamariense.
Los caldos de cultivos de las falsas disputas se imponen.
Cada facción socio electoral, sobre todo la propia estructura oficialista, disputan cotidianamente los factores de producción, distribución y formas de consumo del sentido común de lo político local. El poder no oficialista, no encuentra el encuadramiento estratégico concreto para generar alternativas hegemónicas ni contra hegemonías, a pesar de haber vacíos tácticos por la agudización de las internas del poder oficialista. Promovido por actores no electorales y colaboradores electorales que buscan la naturalización de caldos de cultivos de falsas disputas, con el objetivo de institucionalizar diferencias, jerarquías y meritocracias.
• Histórico Social: El peronismo villamariense en 1998 obtuvo un triunfo electoral institucionalizando una militancia territorial junto a relaciones sociales con fuertes alianzas de construcción comunitaria. En el sentido de intercambios horizontales, formativos, igualitarios, anclajes duraderos y arraigados en distintos sectores y referencias sociales. Luego de la interna peronista llevada a cabo en entre Costa-Accastello en el año 2007 y una elección competitiva entre tres actores, el oficialismo avanzó en acuerdo con las relaciones industriales del mercado electoral, para obstaculizar la estrategia provincialista, lo cual se auto-condiciona al poder oficial a largo plazo; hoy estamos viendo sus efectos.
• Ético y Moral: Existen dos coaliciones ordenan gran parte de las conductas que se confrontan entre relaciones estatales en sus multiniveles y en el movimiento peronista local. Primero, se desarrolla el enfrentamiento entre estrategia municiapalista y provincialista, gestada desde el 2006/7. Luego, en la actualidad, desde el 2017/8 se procede ante el doble liderazgo del peronismo local que ofrece el diagnóstico político de la ciudad, ante tamañas trayectorias de ambos partícipes y ante la esencia del movimiento peronista de tener un único líder, aparecen contradicciones internas de acumulación.
• Cultural: Aparecen quienes ganaron posiciones en los últimos años en el debate analítico, sobre todo, en el análisis de la rutina y quienes ocuparon lugares de gestión. Por un lado las fuerzas universitarias con posturas tecnócratas o/y cientificistas y las fuerzas periodísticas, ambas de formación pluralistas. Por otro lado, aparecen en el teatro de operación, el dramatismo político que oculta la política como un hecho reivindicativo y las causas que ocasiona el marketing electoral. Entre ellas, campañas de rumores, operaciones mediáticas, encuestas o fake news, operaciones clamor. Es así como cada acontecimiento invisibiliza opciones, rutiniza la vida democrática, encierra debates, personaliza situaciones, banalizan, ridiculizando o simplemente, minimizando el factor político.
• Económico Político: En este caso, la agenda electoral se impone sobre la agenda ideológica del proyecto social, político y cultural de la construcción de sentidos comunes de la política local. Un ejemplo claro, fue la madrugadora campaña de algunos actores para instalarse en el microclima política, ante una sociedad civil desinteresada frente a la participación electoral y desmemorizada por subjetividades electorales digitales que solo priman el presente inmediato. También operan la dependencia de fenómenos extraordinarios nacionales como puede ser el caso de la P.A.S.O. en agosto. En donde, ante un hipotético triunfo de Larreta en primera vuelta o viceversa de Massa, se convertiría en un hecho que condicionaría la estructura oficialista dominante y a la estructura de oposición real.
• Filosófico Político: La construcción de poder de las relaciones hegemónicas locales y su relación con la vida democrática, está generando ascensos a sectores marginales o periféricos de origen no peronistas que socialmente no tienen el pensamiento político y el entendimiento de síntesis de un proyecto nacido en 1998. A pesar de ellos, sectores no peronistas son parte del sistema formal por acuerdo de indoles super-estructuralista trasparentando la falta de contención y niveles de asensos a sectores periféricos y aliados históricos del peronismo. Por si fuera poco por momento se nacionaliza el sistema de decisión local.
Es así, como los actores de este mapeo con sus relieves culturales, históricos, sociales, económicos, políticos, éticos, morales y filosóficos. Son atravesados por falsas disputas que condicionan su gestación, desarrollo y terminales políticas ante fronteras inquebrantables para su superación. Es así, como el sentido común de lo político local, aparece no solo destructivo sino también autodestructivo ante el avance de las dispuesta entre oposiciones de la oposición y las oposiciones del oficialismo.
Tanto quienes buscan destruir o autodestruirse por el objetivo estratégico de erosionar el sentido común hegemónico, para llevarse puesto al peronismo dominante. Lo único que logran es desestabilizar la vida democrática y la estabilidad institucional para imponer el nuevo sentido comunes que son de estilos conservadores o aliancistas. Dichos conjuntos de actores de cambio (oposición real) y actores de renovación (oposición virtual) no podrá hacerlo de forma aislada, inocente, individual ni heroica. Necesitan si o si compartir evidencias simbólicas del sentido común de lo político viejo y la realización de un trabajo colectivo. Sobre todo respetando la trayectoria política, institucional y relaciones de poder del peronismo dominante.
La única forma que la oposición logre tensionar el orden electoral en estas elecciones es que el poder oficial se fragmente en candidatos competitivos. Es la única forma de restringir el poder hegemónico local, por lo que esta acción política solo beneficia a corto plazo a una oposición real. Que actualmente se encuentra atomizada, con débiles propuestas, acostumbrada a transitar en zonas de cogobernabilidad, sin la sustentabilidad de alternar cuadros técnicos, burocráticos, políticos y territoriales ni neutralizar un aparato robusto de producción y distribución de sentidos del peronismo dominante.
Un triunfo en lo material pero con sabor amargo en lo simbólico.
El próximo periodo electoral del 1° de octubre, el peronismo dominante ratificará su fuerza para la determinación de un nuevo circuito hegemónico local. En el marco de una nueva faceta material entre la estrategia municipalista y la provincialista. Además concretará ciertas articulaciones locales para garantizar el triunfo en la ciudad, generando una mixtura entre los actores locales villamariense de las plataformas de Schiaretti y Massa. Bajo el amparo de una campaña local corta, pero intensa en el contexto más temprano de una elección nacional también concisa pero agresiva y con alta tendencia a la polarización en el ballotage.
En consecuencias es necesario comprender el movimiento simbólico de las disputas reales: la primera hacer referencia a las perspectivas nuevos cuadros (renovar, reciclar, reutilizar) de las relaciones de producción, distribución y consumo de sentidos comunes de lo política. Mientras la segunda es consolidar las bases fundacionales del peronismo en 1998 o ceder ante la importación del modelo marcojuarista como nueva sociedad estrategia (operadores, interlocutores, alfiles y jugadores) ante la incorporación de Zazzetti.
En definitiva, la sociológica política ayuda a develar la síntesis del próximo circuito hegemónico conducido por el peronismo. De acuerdo con un sistema político coordinado por doble liderazgos (con el antecedente en 1998, Accastello/Bedano) actualmente entre Gill-Accastello, para iniciar el estado de articulación de identidades agónica y cooperativa. En la nueva disputa de la apropiación del sentido común del modelo peronista pampeano aliado a la estrategia provincialista.
Escribe: Luciano Chialvo
Licenciado en Sociología U.N.V.M.